Supera estas pruebas coloridas en las que el fracaso no solo no es una opción, si no que tendrá consecuencias letales. Aquí todo está pensado para mandarte al otro barrio: esquiva los obstáculos que se balancean, cuidado con las plataformas que se caen y otras sorpresas más. Lo bueno es que aquí vuelves a aparecer si mueres. Ah, y como en el amor y en la guerra, aquí vale todo. No hay amigos en la pista, lo único que existe es la victoria y demostrar ser el peregrino definitivo.